La orgía de los sabores
Por Héctor León
Las sensaciones en el órgano del gusto corresponden al cúmulo de experiencias vívidas. Así, cada quien instituye sus sensaciones y el mundo del sabor correspondientemente. La organización de sabores en la memoria es un ejercicio de todos los días, los recuerdos de infancia se pulen en la juventud y maduran con el paso de los años.
Los sabores primerizos nos remiten a lo putrefacto, al añejamiento, primero, por supresión, se acumulan como no gratos; luego por discernimiento, se guardan en la memoria como sensaciones fuertes, difíciles para el disfrute, que con el tiempo, encontramos agradables.
En la enciclopedia de los sabores del vino intentamos descubrir las esencias de especias, flores y frutos. Cada una almacena decenas de posibilidades: lo verde, lo agrio, lo dulce, lo maduro, lo a punto de composta. Las maderas de la barrica nueva o usada que dotan a los vinos otorgan fuerza y gusto; el caldo que evoluciona en botella y que al exponerlo al aire explota en todas sus posibilidades de un elixir vivo que invita a conversar con las sensaciones de cada quien.
Los vinos son como las personas, tienen un discurso, personalidad, carácter, son amables u ocultan sus encantos; según el sexo de quien los bebe, cada vino tomará una metamorfosis particular. Hay vinos femeninos como los hay masculinos, fáciles o complejos, ardientes o fríos, cálidos u otoñales. Los vinos se envejecen, o más bien, se busca su longevidad, para que en su fermentación a manera de gimnasia logre un cuerpo robusto, deseado con el tiempo.
Discernir entre los mejores vinos que se han catado en el año que concluye es darle un juicio a los sabores del terruño y sus uvas, que se llenan de humedad y de los rayos solares: la tierra que explota de sus nutrientes en esa vulva que contiene todos los sabores de generosas vendimias de los últimos cinco años.
Así expongo los sabores del Valle de Guadalupe, Parras, Zacatecas y Querétaro, de la ribera del Duero, Bordeaux y Portugal, de los aires andinos que bañan Mendoza y los valles chilenos.
Top Ten de los vinos de 2009
1
El vino espumoso Sala Vive Brut NV, de Freixenet de México
“Apelando lima-limón y aromas de pastelería de piña. Gran mousse de burbujas pequeñas y buen retrogusto. Acidez media alta, con una buena cantidad de sabores cítricos y pan tostado y una a medio y largo final”
Así calificó, al vino Sala Brut mexicano, el crítico de vinos más influyente del mundo, Robert Parker, en su anuario de champañas y vinos espumosos, como uno de los espumosos más importantes del mundo en una cata a ciegas, dotándolo de 87 puntos de 100 posibles.
2
Nebbiolo. Reserva Privada. 2006. Bodegas L.A. Cetto. México.
La uva nebbiolo, tan exitosa en Italia, se ha avenido excelentemente en el Valle de Guadalupe. El Nebbiolo Reserva Privada es un caldo equilibrado que ha sido premiado internacionalmente, incluso, sobre los italianos. Un verdadero hallazgo de L.A. Cetto que no ha cejado en su empeño de mejorarlo. Tiene 14 meses de barrica y lo duermen 24 meses en botella.
3
Cru Garage. Zinfandel 2004. México.
De la familia Torres Alegre, del Valle de Guadalupe. De su línea La Llave del tiempo. A la vista presenta un color rojo rubí obscuro con destellos de rojo ladrillo, en nariz detectamos un aroma de frutas rojas, ciruelas, especias, pimentón, aromas de oporto y un sutil aroma de maderas finas. En boca, un ataque frutal con una evolución entre fruta y taninos aterciopelados, con un final untuoso, redondo y afrutado en donde los taninos están tan suaves que pasan desapercibidos
4
Malbec 2005. Monte Xanic. México.
5
Esporao Reserva 2005, Touriga. Bodegas Esporao de Portugal
Ensamblaje de cuatro uvas: Trincadeira / Aragonês / Cabernet Sauvignon / Alicante Bouschet. Lo determina la Cabernet Sauvignon. Un vino muy distinto a los españoles, se siente la tierra en boca y el tanino resbala profundo en garganta. Un vino bárbaro: un caldo masticable, del cual están orgullosos los portugueses.
6
Reservas Privadas Malbec. Bodegas Norton de Mendoza, Argentina
Reconocida hoy como una de las mejoras casas y más antigua de Argentina. Catamos una de sus Reservas Privadas Malbec, un estupendo caldo que deja atrás a muchos de los Malbec que llegan de esas tierras. Equilibrado, ideal para los estofados y carnes a la parrilla.
7
Valdelosfrailes 2008. Bodegas Matarromera. España
De las afamadas Bodegas Matarromera, ubicadas en la ribera del Duero. De bastante calidad, para un consumidor distinto, que se quiere salir de los clásicos estándares. No se le etiqueta como crianza ni reserva, sino como un vino alternativo. Cien por ciento uva tempranillo. Elaboración tradicional en tinto que no ha pasado por barrica
8
Château Timberlay Tinto. Bordeaux supérieur. Francia.
Un vino delicadamente complicado y exuberante. La clásica mezcla Bordolesa: Merlot, Cabernet Franc y cabernet Sauvignon. Los orígenes de Château Timberlay se remontan al siglo 14. El vino de Château Timberlay goza de una reputación internacional. Este vino límpido y brillante tiene un bello color rubí. Su nariz compleja exhala aromas de frutas rojas (casis, moras, fresas) y elegantes notas de madera y especias. Con muy buena estructura y mucha frescura, es redondo y carnoso, brindando taninos muy delicados. Su larga evolución en boca termina con matices de vainilla y canela.
9
Medalla Real Reserva 2006. Bodegas Santa Rita, de Chile
Casa Medalla Real Reserva Especial Cabernet Sauvignon 2006. Un vino con mucho carácter y muy elegante. Estas bodegas son harto conocidas en México, sus vinos se encuentran en todos los aparadores y muy accesibles. Un vino redondo, equilibrado, que hace gala de una buena familia.
10
Casa Grande Shiraz 2004. Reserva Especial. Casa Madero. Parras.
Este es su vino emperador o rey. Lo último que ha salido de sus bodegas y después de un largo proceso de invención. Pudimos degustarlo en sus primeras botellas y ya cuenta con condecoraciones internacionales. La uva llamada madre, la Shiraz, le viene bien a las tierras arenosas y secas del Valle de Parras. Un vino bien armado y lleno de complejidades, donde notas de tabaco y maderas se funden con frutos rojos maduros.
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