La cultura del pueblo tapatío se fusionó con la modernidad para recibir a la Fiesta de América. En la inauguración de los XVI Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 se respiró ese peculiar aroma a tequila y se disfrutó de una ceremonia vanguardista. Los agaves decoraron el escenario que sorprendió con un espectáculo tridimensional. Sonó el mariachi y también la música electrónica.
Fue una mezcla que representó fielmente a la Perla de Occidente. Se plasmaron sus muy arraigadas raíces, al tiempo de mostrar un fascinante mundo lleno de tecnología junto al majestuoso Estadio Omnilife, el complejo más evolucionado de América Latina.
El folclor, la expresión de la cultura de Guadalajara se instaló en territorio panamericano. Fue entonces que apareció en escena Vicente Fernández para entonar el Himno Nacional, mientras se izaba la bandera de México. Sí, el máximo exponente de la música regional fue el encargado de abrir el telón de la Fiesta de América.
Sonó el Mariachi Vargas de Tecalitlán. “México lindo y querido…”, cantó el charro de Huentitán, que encontró el acompañamiento exacto del espectador. “Guadalajara… Guadalajara…”, se escuchó de la potente voz del cantante mexicano, mientras la charrería y el jarabe tapatío, símbolos que de México, obsequiaban un espectáculo lleno de color y elegancia. Ahí estaban cabalgando las escaramuzas, los charros con ese singular floreo de reata. Puro sabor mexicano en la ceremonia.
Tras la emotiva introducción sonaron las trompetas. Fue el anuncio para dar inicio al desfile de los atletas y la presentación de las 42 banderas nacionales que participarán en la Fiesta de América.
La selección de Argentina fue la primera en aparecer en escena, poco después llegó Brasil, delegación que fue ovacionada por los más de 45 mil asistentes. El país anfitrión cerró la pasarela de atletas. No nece
sitó presentación. Cuando la bandera Tricolor se asomó por el túnel la gente se levantó de sus asientos y a todo pulmón gritó: “México… México… México…”, mientras las pantallas mostraron los rostros felices de los deportistas mexicanos, abanderados por el arquero Juan René Serrano, que sorprendieron con su atuendo charro
En cuanto los 6 mil atletas ocuparon sus respectivos lugares alrededor del escenario entró en acción Maná, banda originaria de Jalisco. Luego, la cantante mexicana Eugenia León engalanó la noche con un tema que impulsaba a los atletas: “Se puede volar, sigue tus sueños”, decía la intérprete. Fue el momento para arrancar con un impactante espectáculo.
Entonces el cielo se iluminó con los fuegos artificiales, al tiempo que un grupo de acróbatas aéreos hacía su aparición, y una innovadora pantalla gigante circular, colocada en las luces centrales del Omnilife, bajó a manera de telón para que un espectáculo multicolor, con sombras de deportistas, hiciera que el estadio más moderno de México luciera su mejor rostro.
Se mostró también el trayecto que la antorcha realizó por suelo azteca desde el 26 de agosto, cuando salió de Teotihuacán. Luego, el Presidente de México, Felipe Calderón; el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez; y el presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), Mario Vázquez Raña, fueron los encargados de inaugurar oficialmente la máxima justa de América
Y se dio la presentación de las banderas de la ODEPA y el Comité Olímpico Mexicano, que fueron acompañados en su trayecto hacia el asta por la Miss Universo 2010, Ximena Navarrete, la golfista Lorena Ochoa, los medallistas olímpicos Iridia Salazar, Fernando Platas y Soraya Jiménez, los campeones boxeadores Saúl “El Canelo” Álvarez y Julio César Chávez, los marchistas Daniel Bautista y Ernesto Canto, el legendario futbolista Salvador Reyes, Rafael Márquez, entre otros. La orquesta entonó el himno de organización panamericana.
Después, Alberto Rodríguez, jugador de Frontón, declaró el juramento de atletas; Rosa María Adan Tovar pronunció el de jueces. Ambos prometieron “respetar y someterse a las reglas que los gobiernan con verdadero espíritu deportivo”.
El tenor José Luis Duval, la soprano Olivia Gorras y Lila Downs interpretaron un popurrí de canciones clásicas de la música mexicana. En tanto, un despliegue de tecnología se apoderó del territorio panamericano. La estructura del estadio representó un cielo imaginario, mientras en el centro del escenario se disfrutaba de un espectáculo multicolor. Flotaban mosaicos gigantes y apareció el logotipo de Guadalajara 2011, que le arrebató un aplauso al público.
“Es tiempo de cambiar el odio por amor”, cantó el artista colombiano Juanes, previo al arribo del fuego panamericano. La medallista olímpica, Paola Espinosa, subió al templete central. La deportista mexicana voló por los aires, emulando una carrera para alcanzar su sueño, para regresar a tierra y encender el pebetero, que se ocultó justo en el corazón del estadio panamericano para aparecer sorpresivamente en la parte superior norte del Omnilife, donde permanecerá encendido durante los próximos 15 días.
Un acto original que antecedió la llegada de Alejandro Fernández, quien entonó la canción oficial de los XVI Juegos Panamericanos: “El Mismo Sol”, que a partir de esta noche iluminará para todos los atletas que participarán en la Fiesta de América.
Sí, su padre representó la cultura del pueblo de Guadalajara,“El Potrillo” hizo lo propio al presentar la modernidad de su pueblo al mundo.“Somos el futuro de la historia, quedará en nuestra memoria cada día que pasó”, cantó el intérprete jalisciense, mientras ardía el pebetero con la llama panamericana para todo el continente. La Buena
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