31 de enero de 2011

Australia, el ocaso de los dioses

Djokovic y Clijsterns, nuevos monarcas de Australia

 
Por héctor León

El abierto de Australia es para desvelados, para fanes y para nuevos monarcas. En la arena laver vimos coronarse a un Nadal hace dos años y llorar a Federer. Djokovic eterno contrincante de ambos no tuvo que enfrentarlos para llegar a coronarse en el primer salm del año, los reyes han caísdo y el nuevo monarca a asumido su corona. Es hora, parecen indicar los nomios, de qué la estafeta de l os reyes cedan ante nuevos faraones de la raqueta.

En mujeres, sin las Williams, Clisjterns, sólo tuvo que canchas duras,y esperar los errores de la sorpresa asiática Na Li, que ha entusismado a los millonarios asiáticos, para pensar en que puede abrirse en Asia un quinto gran slam: lo merecen. La nueva corona femenil es para un jugadora que hace un tenis excelente, sin aspavientos y certero. Digamos, que Kim Clisjterns le ganó a una Na L inmadura, que sucumbió a sus propios errores.
¿La era de los Federer, los Nadal, las Williams, a conlcuido? Es muy pronto para asegurarlo, pero ante los nuevos resultados, y las lesiones debido a un calendario saturado para los jugadores, es un hecho que esta cerca el ocaso de los dioses del tenis.
El serbio superó al escocés Andy Murray, con parciales de 6-4, 6-2 y 6-3, otro eterno príncipe que no quiere ser rey, y que cayó más por sus errores que por los siempre certeros aciertos del serbio, que cada día esta más asentado y listo para acceder al anehelado número uno de la ATP.

Kim Clijsters conquistó su primer Abierto de Australia, y su cuarto título de Grand Slam, al vencer 3-6, 6-3, 6-3 a la china Na Li.
Así, dos nuevas glorias del tenis, de Bélgica y Serbia, se encumbran hacia el olimpo de los dioses del tenis.







26 de enero de 2011

ME LLAMO NADAL

Abierto Australia 2011
El que no ve puede negarlo, pero estoy en todas partes.

Me llamo rojo (novela)

Orkhan Pamuk

Premio Nobel de Literatura

Me llamo, Nadal




Por Héctor León
Ahora estoy en mi cuarto de hotel, viendo la televisión. Espero el próximo juego. He ganado, digamos, fácilmente. Nunca se gana antes, hay que jugar el próximo partido, con nervio y con audacia. Me llaman el número uno, pero, en verdad, me llamo Rafael Nadal. El año pasado me lleve los cuatro Gran Salam, ¡ja!, pero eso ya pasó, ahora voy por lo que viene, vengo por el Open de Australia 2011, un buen número, ¿no? ¿Les enseño mis tenis?, ¿les muestro mi vida?, sí, aquí en mi cuarto de hotel, en Melbourne. Ayer, fui a ver a los pingüinos, qué seres tan inquietos, bellos. Pero seguro, ustedes quieren saber qué pienso, cómo preparo un partido, cómo juego, qué pienso de los contrincantes, cómo ataco y defiendo. ¿En verdad lo quieren saber?
“Hoy partidazo contra David Ferrer que esta jugando muy pero que muy bien. Lo bueno de esto es que habrá un español en semis. A las 3 me voy para el torneo, para calentar a las 4” (muro de Facebook). No me siento al cien, pues traigo una molestia que baja de la espalda a la pierna derecha. Me molesta no estar pleno. Ya saben, cuando las dolencias surgen la cabeza se sofoca: el peor momento de un atleta es cuando se lastima. He jugado varias veces maltrecho, ustedes lo saben, y si estoy a un, digamos, 80 por ciento, podré con Ferrer. Voy de salida, al rato nos vemos en Facebook, como siempre. Deséenme suerte.
¡Uf! 6-4, 6-2 y 6-3. Me llamo Nadal el Destrozado. En verdad, hice lo posible. Me vendé la pierna y el tirón o lo que sea esto que traigo, no me dejo. Me duele en el alma. Y además me enfrié cuando los juegos artificiales en honor a Laver. Mal y de malas. No es disculpa, Ferrer hizo lo suyo, lo felicito. Traté de jugar puntos cortos, sin grandes lances, sin peloteos, pero me fue imposible. Lo vieron, estuve de regreso en el 4-0 del primer set, no me alcanzó. No esperen fotos hoy: me muero de coraje y tristeza. Espero que esta lesión no me saqué mucho tiempo de las canchas. Discúlpenme, estoy destrozado. Nunca se gana antes: hoy perdí.















servin y bares narradores URBANOS...

Marisela ÁLVAREZ/Conaculta

 

Oaxaca, México.- Dos autores cuya obra se nutre del sustrato de la sociedad, de ir a los bajos fondos y extraer la verdadera naturaleza de los sin voz. Así es la obra de J.M. Servín y Mauricio Bares, dos escritores que se destacan por la experimentación de su narrativa, así como varias hazañas editoriales compartidas, quienes el pasado martes leyeron parte de su obra en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, del INBA-Conaculta.



En entrevista J.M. Servín, quien leyó pasajes de su más reciente libro DF Confidencial (Almadía, 2010), aseguró que “mi libro responde a una necesidad dentro del contexto de la lectura en esta ciudad, donde la gente también está buscando historia reales. Los lectores quieren saber qué más hay en esta enorme ciudad, que está satanizada o etiquetada como un lugar romántico y bohemio para historias de toda clase”.
Agregó que en la literatura urbana actual “impera una visión de una clase media bohemia, que ha convertido ciertos reductos de la ciudad en centros de diversión pero estamos todos los demás. Los que salimos todos los días a trabajar en transporte público. A mi me interesa la historia social de las clases populares y las subculturas que florecen en los linderos de lo proscrito”.
–¿Cómo ves la evolución de la crónica urbana en lo que va de este siglo?
–Veo que la crónica está reposicionándose como un género narrativo de respeto, pero el problema que veo es que hay crónica muy cómoda, hecha desde un escritorio o desde el balcón de un edificio, y que no está indagando en lo más profundo de las entrañas de una ciudad cómo esta. Hace falta internarse en las dinámicas sociales que se generan en los barrios. La gran literatura que se está haciendo desde la crónica y el reportaje.
“En lo personal yo salgo a la calle para investigar y documentar lo que sucede, en la tradición en que lo hacían los escritores realistas con el bis de obtener información para sus novelas, en ese sentido el buen periodismo literario ha sido un apoyo para mi narrativa. Yo no creo en el purismo, creo que la gran literatura o la gran crónica requiere de una alta dosis de sensibilidad del autor, también el punto de vista del escritor requiere una toma de posición ante los hechos, partiendo de lo real, sin pervertir, sin tergiversar los hechos”
J.M. Servín es autor, entre otros libros, de Cuartos para gente sola (Nitro Press, 1999 y Planeta Joaquín Mortiz, 2004); Periodismo Charter (Nitro Press, Conaculta, 2002); Por amor al dólar (Planeta Joaquín Mortiz, 2006), Revólver de ojos amarillos (Almadía, 2006 y reedición 2008); Al final del vacío (Mondadori, 2007). Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2006-2009).
Por su parte, Mauricio Bares destacó que su más reciente libro, el séptimo, que se llama Apuntes de un escritor malo (Editorial Nitro Press), que comenzó como un diario en su blog, “me regresé a narrar de un modo mucho más tradicional; de hecho todos los textos tienen la misma estructura, y lo alternativo descansa sólo en el personaje, que es este escritor malo, y ver si yo era capaz de sostener el interés en un texto convencional, y a un tiempo hacer una crítica a la pose en la literatura, una crítica a este status a través de sus métodos”.
Bares describió así a su personaje: Es un escritor que llegado a cierta edad, pasados los 40 años, se da cuenta que nunca va a ser exitoso, que no va a formar parte de la elite, pero acepta que la literatura es lo más importante en su vida y que va a escribir sólo porque se le da la gana. Empieza a ir a diferentes revistas, suplementos, editoriales, pero le rechazan el trabajo, no le contestan el teléfono y, por último le dicen que lo que escribe no está de moda, su nombre, Anónimo Hernández, no es apropiado y, de plano, en el alguna editorial le dice que está muy feo. Eso al él no le importa y sigue escribiendo.
–¿Cuál de tus libros ha sido el más arriesgado?
–Posthumano porque fueron ensayo donde yo puse mi modo de ver el mundo, a través del arte, de manifestaciones culturales que han ido tomando fuerza como la pornografía, la nueva vida de niños y adolescentes, la era de la computadora, etcétera. Además este libro se presentó en Madrid, Barcelona y Galicia, España.
Mauricio Bares, fundador y editor de Nitro Press, ha escrito Ya no quiero ser mexicano, La vida es una telenovela; Posthumano (ensayo), Sobredosis y Me ves y sufres (antología), entre otros.