1 de mayo de 2012

Guía catadores del vino mexicano, de Planeta


La Orgia de los sabores





El vino de México no tiene imagen fuera del país: Rodolfo Gerschman

México tiene grandes vinos, pero todavía no fuera de serie.

Es muy joven en este arte milenario

Por Héctor León

Editorial Planeta ha puesto en el mercado la Guía catadores del vino mexicano 2012, del periodista, catador y director de la influyente revista Catadores, Rodolfo Gerscham, que apoyado por un fuerte equipo de periodistas y catadores, entrega esta guía que contiene 65 bodegas y 250 etiquetas. Un verdadero compendio de los exuberantes caldos nacionales.

Cada año la revista Catadores, viene haciendo una cata del vino mexicano. Cuando se juntaron 200 muestras, cuenta Gerschman, fue el momento de alcanzar el anhelado sueño de realizar la Guía de catadores del vino mexicano, en un encuentro afortunado con Editorial Planeta que estaba en el mismo proceso.

La Guía cuenta con una breve introducción donde ubica bodegas y terruños nacionales, para vino una ficha técnica muy ilustrativa donde ubica viñedo, enólogo, hectáreas sembradas, cosecha y precio de los caldos. Datos que trasparentan por mucho  el trabajo de cada bodega.

Rodolfo Gerschman, es sin duda, uno de los promotores del vino en México y por su trabajo cotidiano de editor y articulista, es sin duda, un analista de los caldos y de los procesos de su vinificación, así como de los mercados y estándares de calidad del vino.

Para gerschman, la idea de la Guía, es que las cosechas evaluadas, o sea los caldos, “estén en el mercado”, pues comentó, “estamos hablando de producciones pequeñas, y que si  cambia la cosecha o se termina el vino, hay que volver a  catarlo”, lo que llevó a un trabajo arduo, y prácticamente para el equipo de volver a catar “hasta casi todos los vinos”. Un trabajo muy profesional, que hay que aplaudir.

Rodolfo Gerschman, coordinó un equipo de periodistas, editores y de catadores, para realizar esta Guía, que se convierte en un instrumento indispensable para aficionados y profesionales del vino mexicano.

Alrededor de 4 mil hectáreas sembradas de uva en el campo mexicano, es decir una cifra apenas significativa tanto para las hectáreas sembradas en cualquier país vinícola, como la extensión de los terrenos nacionales, posibles. Son compendiadas muy 250 etiquetas y 65 bodegas. La mayoría son bodegas pequeñas y por lógica los precios de sus vinos “son altos, y de buena calidad”, generalmente, explicó el especialista.
Si bien hay bodegas que producen unas 25 mil cajas -- todavía no son bodegas grandes--, las hay que producen 300 cajas. Por supuesto, casi todo el vino mexicano es para consumo interno, y según Gerschman, “a México falta proyectos de gran envergadura”.

“Si produces 1500 cajas pueden ser poco o mucho, pues si no hay una estructura de comercialización, de distribución, igual no la puedes no vender”, explicó el periodista en vinos, por lo que es necesario que las bodegas tengan una economía a escala, con una estrategia en mercadotecnia y de difusión. Sin embargo, aun así, hay bodegas que tienen buena presencia en el mercado.

Para el especialista, México no ha dado un paso importante, “tener una imagen del vino fuera de México”, pues aunque hay algunos periodistas en el extranjero que ya hablan del los caldos nacionales, el vino de México no tiene imagen fuera del país, lo que frena la posible inversión extranjera en el vino nacional. Por eso es necesario, que se impulse el vino mexicano en el exterior. “Luego está el problema crónico en México, que las bodegas no se unen y no tratan de armar un frente común”, abundó.
Si bien es cierto, que el gobierno no apoya este rubro, para Gerschman,  lo importante es lo que hagan los vinicultores y productores nacionales. “Creo que no hay que quejarse del gobierno, hay muchos países que han hecho gran trabajo sin apoyo de sus gobiernos”, dijo.

¿A qué sabe el vino mexicano?

La guía evalúa a los vinos por puntos de 1 al 100. Y hay algunos vinos que alcanzaron 94 puntos. Lo que habla de la buena calidad de los caldos nacionales para este grupo de catadores que se dieron a la tarea de catar 250 vinos hasta dos veces, en un periodo de siete meses.

Para el especialista, el vino mexicano no tiene una tipicidad; la producción del vino seriamente en México cuenta apenas con 50 años. Es un mercado joven. México está en proceso de experimentación y evaluación de sus suelos, climas, uvas y condiciones. Estas condiciones de suelos y procesos, hasta ahora, producen vinos corpulentos. Esto es bueno, pero todavía a los vinos nacionales, en opinión de Gershman, les  falta elegancia.

Los vinos nacionales tienen alta concentración de taninos, sobre maduración de la uva, vinos muy concentrados y potentes; “un tipo de vino que, tal vez, estuvo de moda hace unos seis años. Un vino hiper concentrado tánico, con las tonalidades dulces y de alcohol alto. Los productores han empezado a trabajar más en la elegancia, que no suba tanto el alcohol, están trabajando mejor la acidez y evitando exceso de sal”, explicó.

“Muchos productores están en la busca de un vino de mayor calidad. Hay muchos vinos de buena calidad. Pero si queremos hablar de un vino fuera de serie, extraordinario, pues hay que hablar de un trabajo más preciso, más centrado en el viñedo y con mejores métodos de vinificación”, añadió.

México se encuentra en un periodo de pruebas, y todavía en muy joven en los procesos de vinificación. Recordemos que en Europa, tienen al menos, unos 600 años vinificando.

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