16 de junio de 2012




La Orgía de los sabores









Restaurante Diana del Hotel St. Regis

Terraza deslumbrante que desborda el horizonte

Por Héctor León



La avenida más celebérrima de México y una de las más hermosas del mundo, la de Reforma,  en su glorieta emblemática de la Diana Cazadora que flecha en su desnudez a cualquier mirada cosmopolita del tránsfuga que como ser pasional se desliza desde la terraza del St. Regis: en el restaurante Diana.

El lobby del St. Regis es un inmaculado espacio que se abre hasta el tercer piso, donde los restaurantes se desposan en inmensos balcones,  donde recibe a huéspedes y comensales con la elegancia de una catedral posmoderna que homenajea a seres pasionales en busca de, sencillamente, lo más inasible. El goce.  

Al fondo el gran salón del restaurante Diana, con desplantes de  maderas que forran sus paredes, cómodas mesas en gabinetes y sillones, diseño radiante en gozo del espacio, la destreza de atención esmerada de los camareros,  ingeniosos carritos con vinos para el copeo,  la Is los camareros vinos para elñs para elñ copeo, menajea a seres pasionales en busca de sencillamente lo mPad para correr en fino el menú de una sugerente, a mi modo de ver,  Nouvelle Cuisine Mexicaine. Al centro del salón un enorme jarrón con flores amarillas.

El camarero dispone de los vinos nacionales, franceses e italianos: 200 etiquetas en la carta, cada cual con su ficha gracias a la plataforma IPad que deslumbra en su potencia cuando también descorre cada platillo.

Y afuera, el mundo, la terraza deslumbrante que desborda el horizonte como ráfagas de luz artificial en la furiosa oscuridad en la noche; de día, como diría Hermes, “la alegría del sol que trae júbilo al mundo”,  y que es flechado por la Diana Cazadora.

El menú es servido en medio de una algarabía de decantadores que el camarero quiso mostrar al analista gastronómico, todos de Riedel: la Paloma, la serpiente Mamba, Amadeo, Corneto: cual joyas de la familia St. Regis. Una fortuna en la mesa. Gracias.

 

A la mesa: Filete de Salmón al hojaldre crujiente en finas hierbas, Magret de pato en mole de ceniza, Pollito orgánico en mole amarillo, Sopa fría de jitomate con Bogavante, Fideo al chipotle, Aguachile de Hamachi, Ensalada de alcachofa o betabel, Quelites o Fetuccine de la casa. Y los postres de ensueño. Afuera La Diana.


Torre Libertad y la seducción del Bloody Mary


Sobre Reforma 439 en la colonia Cuauhtémoc se levanta la Torre Libertad de 31 pisos, obra del arquitecto César Pelli. La arquitectura icónica recuerda un gran molino de viento, un tornado que surge del cielo tornasol para afincarse en la avenida.

La imponente torre con 18Principio del formulario9 habitaciones, no sólo es un edificio inteligente sino autosustentable, pues cuanta con ahorradores de luz y capta el agua de lluvia. Desde hace 100 años St. Regis estableció como filosofía en su originaria New York por la familia Astor, “atención personalizada, servicio centenario de mayordomo y la tradición de flores frescas”.

St. Regis es la tierra natural del Bloody Mary creada en el legendario King Cole Bar Lounge, que en todas sus sedes, recibe al samaritano cosmopolita, ya sea en la Ciudad de México, Londres, Nueva York, Singapur o Bali.Final del formulario








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