Ruta 61 Blues Club: DIEZ AÑOS

Ruta 61 Blues Club

El secreto mejor guardado de la ciudad

Diez años de música en vivo

Ventana del blues y el jazz, un pedacito de Chicago en México

En mayo de 2004, Ruta 61 abrió sus puertas por primera vez. Hoy, diez años más tarde, el lugar mantiene sus principios básicos: ser una alternativa relajada de diversión que garantiza la buena música en vivo y un ambiente que te hace sentir en casa.

Ruta 61 se concibió como un lugar en el que reflejara y se retomara, con todo su romanticismo y su sentido liberador, la figura de los juke joints, para ofrecer una idea rápida, Wikipedia dice:

“Un Juke joint (o jook joint) se trata de un establecimiento donde se sirven bebidas, se puede bailar, servir alimentos, etc. Es un local de dimensiones reducidas. Es muy habitual en el Sur de Estados Unidos en las localidades donde las poblaciones de afroamericanos son frecuentes. Este tipo de establecimiento suelen encontrarse en las encrucijadas de carreteras (cross roads store).”

En efecto, esta costumbre que nació a mediados del siglo XIX en el sur de Estados Unidos y un siglo después, durante los años ochenta del siglo XX, se extendió y estableció en las principales ciudades del mundo.

Desde su nombre –senda de pasos negros, huella de huellas, testigo de la noche -, Ruta 61 se aceptó como camino de asombros y heredero de una tradición: el blues.

Apostó a un concepto cuyo éxito ha sido comprobado en otras latitudes: dar al blues, al jazz y a otros géneros aledaños, un recinto propio, una casa particular, una dirección; ofrecer a los amantes de la música universal el espacio necesario para su deleite; regalar a las nuevas generaciones la posibilidad de un nuevo cultivo. Y quiso que dichos propósitos corrieran parejos con una idea absolutamente digna y justa: que el lugar fuera, en todos sentidos, un buen negocio. Lo es porque buen negocio no significa, entre la gente de bien, el enriquecimiento inexplicable sino la instalación y la permanencia de un sueño.

Con diez años de trabajo constante, Ruta 61 no es sólo ya parte de la historia nocturna de la ciudad de México sino que es parte fundamental de la historia del blues en México. La enorme lista de músicos nacionales y extranjeros que se han presentado en el bar es evidencia innegable de su aportación a las noches y la belleza de nuestra ciudad. Entre muchos otros se encuentran: Elizabeth Meza, Betsy Pecanins, Guillermo Briseño, Real de 14, Alex Lora, Lalo Chico, Alex Otoala, Ricardo Benítez, Rafael Mendoza, Javier Bátiz, Jaime López, Alejandro Marcovich, El Charro y los Moonhowlers, Max Cabello, Canned Heat, Giles Corey, The North Sea Coyotes, Dave Specter, Hebe Rosell, Big Band Jazz de México.

Mención aparte merecen aquellos músicos que dan el valor agregado de Ruta 61: la comunidad negra del blues de Chicago como Phil Guy (q.p.d.), Mud Morgonfield, Guitar Shorty, Katherine Davis, Willy Big Eyes Smith, Mojo Buford, John Markiss, Deitra Farr, Carlos Johnson, Peaches Staten, Lurrie Bell, Sharon Lewis, Vino Louden, Shirley Johnson, Zora Young, Sam Lay, y el 3 veces nominado al Grammy, Billy Branch,  por mencionar algunos.

Hoy, Ruta 61 sigue siendo un lugar único que, además de contar con el más puro blues de Chicago, se ha convertido en refugio de toda propuesta musical digna de ser escuchada, la excelencia musical es la pauta a seguir.  Un lugar al que el público asiste sin más pretensión que escuchar buena música y cuyo ambiente íntimo y relajado permite la interacción espontánea con el parroquiano de al lado y con los propios músicos.

Asimismo, los miércoles de jam en Ruta 61 son ya un espacio donde músicos profesionales, aficionados y principiantes se reúnen a “palomear”, lo que ha permitido a los novatos foguearse y a los expertos compartir su experiencia regalando al público noches de verdadera magia.

En Ruta 61 se construye un recuerdo cuya raíz es la sensación de placer que produce la belleza inagotable de la música. Por eso mismo y con las ganas de enriquecer la propuesta musical de la ciudad, Ruta 61 continúa con sus paradas especiales en todas y cada una de sus encrucijadas.